Un tensor de correa y/o una polea loca es un sistema que guía la correa serpentina y la correa de distribución en el motor de un automóvil. La función de una polea y un tensor es limitar el deslizamiento de la correa. El tensor de la correa puede ser mecánico (cargado por resorte) o hidráulico.
Un tensor hidráulico es más adecuado cuando un tensor automático mecánico accionado por resorte no puede proporcionar suficiente amortiguación o movimiento del tensor. Un tensor hidráulico es práctico para aplicaciones con cargas elevadas y/o vibraciones angulares. En comparación con los tensores mecánicos, los tensores hidráulicos funcionan con una gama más amplia de longitudes dinámicas de correa. Sin embargo, un tensor hidráulico necesita más espacio en el motor que un tensor mecánico.
Un tensor hidráulico consta de un actuador hidráulico, un cojinete de polea tensora y una palanca. El actuador tiene un pistón, que puede moverse unidireccionalmente debido al flujo de aceite dentro del actuador. Luego, la palanca del sistema tensor hidráulico transmite las carreras de la varilla a la polea tensora. En este caso, el actuador hidráulico tiene tres funciones: controlar las fuerzas dinámicas de la correa, mantener constante la tensión de la correa y compensar la variación de longitud provocada por la expansión térmica.
El cojinete de la polea tensora puede desgastarse y el actuador se degradará con el tiempo. Estos problemas pueden provocar una pérdida de tensión de la correa de distribución y una pérdida de rendimiento del motor. Además, pueden ocurrir fugas de aceite en el sello del actuador y provocar una amortiguación incorrecta del actuador y un desgaste acelerado del sistema tensor. Estos problemas eventualmente pueden causar fallas en los componentes o daños en el motor. Por lo tanto, el tensor hidráulico debe revisarse periódicamente. En caso de pérdida de rendimiento, debe ser reemplazado por un mecánico calificado.
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